Viento, visiones, experiencia
India es uno de los 3 mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo. Sin embargo, el gobierno ha definido objetivos claros de reducción y la energía renovable es la clave. Las tecnologías locales se amplían continuamente para generar y almacenar esta energía.
India se encuentra en una difícil posición de partida en lo que respecta a la descarbonización: Después de todo, tras China y Estados Unidos, el país es el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero. Cada año, el país más poblado del mundo es responsable de un total de 4.000 millones de toneladas equivalentes de CO₂ en emisiones netas. Alrededor del 70% de las emisiones de India se deben a los seis sectores de producción de energía, siderurgia, automoción, aviación, cemento y agricultura.
El informe McKinsey "Descarbonizar la India: En el camino hacia un crecimiento sostenible" estima que las emisiones anuales aumentarán hasta 11.800 millones de toneladas equivalentes de CO₂ en 2070.
Aunque India ha reducido la intensidad de sus emisiones en un 1,3% anual durante los últimos diez años, el ritmo de reducción es decididamente demasiado lento.
Los impactos del cambio climático son claramente perceptibles sobre el terreno: Desde la década de 1980, las precipitaciones monzónicas han disminuido. Entretanto, la frecuencia de las lluvias torrenciales ha tendido al alza, mientras que el aumento de dos grados centígrados de la temperatura media mundial hace que el monzón estival de la India sea extremadamente imprevisible.
La visión y el plan para la misión de energía limpia
Por ello, el gobierno se ha vuelto activo en materia de políticas medioambientales. Con la visión "Viksit Bharat@2047", el gobierno indio quiere transformar el país en una nación desarrollada para 2047, justo a tiempo para su centenario de independencia. El plan incluye objetivos como el crecimiento económico, el progreso social, la buena gobernanza y, sobre todo, la sostenibilidad medioambiental.
En este contexto, el término "All Electric Society" (AES) también ha llegado a la India, donde se vincula a la reducción de las emisiones de carbono, la mejora de la eficiencia energética y la promoción de la sostenibilidad. Para lograrlo, el país aspira a establecer una infraestructura totalmente electrificada para el transporte, la calefacción y los procesos industriales e invierte de forma comprensible en energías renovables, infraestructura de red, almacenamiento de energía y movilidad eléctrica.
En el transcurso de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, celebrada en Glasgow en 2021, el país también presentó lo que se conoce como el Plan Panchamrit. Así, entre otras cosas, el plan estipula que el 50% de las necesidades energéticas deberán proceder de fuentes de energía renovables para 2030 y que las emisiones netas cero deberán alcanzarse para 2070. Mientras tanto, algunos de los planes ya se están poniendo en práctica: La capacidad eólica y solar ha pasado de unos 26 gigavatios en 2014/15 a unos 138 gigavatios en septiembre de 2024. Dado que las tecnologías de generación de energía eólica y solar ya están disponibles a gran escala, la generación de energía sería el sector que más rápidamente podría alcanzar el potencial de emisiones netas cero. La mitad de la década de 2050 es el horizonte temporal previsto aquí, en el que la transición a las fuentes renovables de electricidad reduciría también el coste de la producción energética.
Escasez de energía y eficiencia energética: Dos caras de la misma moneda
En consecuencia, el gobierno indio está aplicando un doble enfoque para satisfacer la demanda energética y, al mismo tiempo, minimizar el crecimiento de las emisiones de CO₂. Por el lado de la generación, el gobierno está promoviendo un mayor uso de las energías renovables en la combinación energética, concretamente a través de las cuotas de energía solar y eólica, que ya están creciendo con éxito.
Por el lado de la demanda, los principales responsables políticos indios se esfuerzan por utilizar la energía de forma eficiente a través de medidas contempladas en la Ley de Conservación de la Energía (CE) de 2001. El objetivo de la Ley CE es reducir la intensidad energética de la economía india. Entre otras cosas, la ley establece el marco regulador de las normas y el etiquetado de aparatos y sistemas, la Ordenanza de Ahorro Energético para edificios comerciales y las normas de consumo energético para industrias de gran consumo energético. En este contexto, también entra en juego la Misión Nacional para la Promoción de la Eficiencia Energética (NMEEE). La misión tiene como objetivo reforzar el mercado de la eficiencia energética mediante la creación de un marco reglamentario y político favorable, al tiempo que prevé la promoción de modelos de negocio innovadores y sostenibles en el sector energético.
El reto del almacenamiento de energía
Sin embargo, una mayor proporción de energías renovables en la combinación energética presenta desafíos. Esto se debe a que hay que mantener la estabilidad de la red y garantizar el suministro eléctrico sin interrupciones. Sin embargo, la disponibilidad de las fuentes de energía renovables varía en función del clima, la hora del día, la estación y la situación geográfica. Como solución, pueden desplegarse sistemas de almacenamiento de energía (ESS) para almacenar el exceso de capacidad de las energías renovables en determinados puntos y utilizarlo después con precisión en las horas punta del día.
India es muy consciente de la relevancia del almacenamiento de energía: El Plan Nacional de Electricidad (PNE) ya supuso en 2023 que en 2026/27 se necesitarían 82,37 gigavatios hora de capacidad de almacenamiento. Se prevé que esta necesidad aumente a 411,4 gigavatios hora en 2031/32. Además, se prevé que la demanda de almacenamiento de energía aumente hasta los 2.380 gigavatios hora en 2047.
La historia del éxito de la energía eólica
En India, las turbinas eólicas desempeñan un papel cada vez más vital en la generación de energía, y el país dispone de modernas tecnologías para fabricarlas: La capacidad de producción anual actual ronda los 15.000 megavatios. Todos los grandes actores mundiales del sector mantienen sucursales en el país. En total, hay más de doce empresas diferentes en activo, incluidas empresas conjuntas bajo licencia de producción, filiales de empresas extranjeras y empresas indias que utilizan su propia tecnología. El tamaño de la máquina ha aumentado a 5,2 megavatios.
En este contexto, HARTING también está representada en la India, manteniendo un centro de producción que ya está suministrando varios elementos de conexión que pueden desplegarse en el sector de la energía eólica. Además, HARTING India, con su equipo de innovación y desarrollo de nuevos productos, ya es capaz de desarrollar productos para los requisitos regionales y puede apoyar al equipo de fabricación en términos de mejora de la productividad y la eficiencia mediante la optimización de procesos y la reducción de residuos, entre otros factores relevantes.
Thirumurthy Ventachalam
Posición: Regional Product Manager, HARTING India